Al pelar una chalota se descubre el más delicioso y suave matiz de sabor. Shallot captura esa potente delicadeza, un tono tan suave y refinado que realza todo lo que toca con gracia, glamur y brillo. Este susurro de color endulza el aire con un toque sutil y moderno. Deje que embauque tu cocina y tu mesa con una poderosa sensación de intimidad..
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Inspiración de color: liderando el camino
A lo largo de los años, Le Creuset ha establecido su liderazgo en color no sólo perfeccionando colores clásicos y amados que han superado la prueba del tiempo, sino también identificando e introduciendo nuevas tendencias de color en el mundo. Shallot, un neutro de nueva generación, llega como uno de esos tonos que marcan tendencia.
Llamado así por el allium fundamental de la cocina francesa, Shallot oscila entre el púrpura y el rosa más pálido con un susurro extremadamente ligero de lavanda y gris. Crear un color tan suave con tanta variación, un logro que responde a la estética del momento, exige una verdadera experiencia en color. “Es difícil lograr la estabilidad del color con colores tan claros”, explica un especialista del laboratorio de color de Le Creuset. “La experiencia en esmalte y la selección de pigmentos específicos es esencial”.
Los matices camaleónicos de Shallot ofrecen sólo un toque de calidez, brindando una sensación de confianza tranquila que puede funcionar como un acento sofisticado o como una alternativa refinada a tonos más vibrantes. Este color moderno y lleno de matices no se puede encasillar, sino que brinda una flexibilidad suave a una amplia gama de cocinas y estilos. Inspirándose en el potente chalote mismo, Shallot de Le Creuset demuestra que lo sutil puede ser poderoso, que la discreción es una declaración en sí misma.
Inspiración culinaria: el sabor de Francia
La familia de los alliums está llena de estrellas culinarias (ajos, cebollas, cebollín, puerros, etc.), pero entre todos ellas, la chalota se ha convertido en la favorita de la cocina francesa. Más pequeña que la mayoría de las variedades de cebolla, la chalota ofrece un sabor más sutil, delicado y ligeramente dulce.
Cuando las Cruzadas introdujeron la chalota en Francia en el siglo XI, rápidamente se convirtió en un ingrediente común en la cocina francesa. De hecho, los franceses han reclamado un tipo particular de chalota, la griselle, o chalota gris francesa, como la única "verdadera chalota". El delicado allium en forma de lágrima está envuelto en una piel rosada similar a un pergamino que, cuando se quita, revela un bulbo gris púrpura claro. Su sabor suave y distintivo se puede disfrutar crudo (como en vinagretas) o cocido. Otros métodos de cocción, como freír o encurtir la chalota, resaltan su dulzura y color naturales, agregando un toque de sabor a una variedad de platos. El hermoso color de la chalota es tan matizado y variado como su sabor, lo que lo convierte en la inspiración perfecta para nombrar nuestro neutro más nuevo y suave.
