Las mantequilleras francesas se han utilizado en partes de Europa desde la Edad Media, mucho antes de que existiera la refrigeración. Estos recipientes cerámicos herméticos evitaban que la mantequilla se echara a perder mientras la mantenían a una temperatura razonable. Esta mantequillera está inspirada en los diseños clásicos de la vasija, bloqueando el aire que pudiera arruinarla y manteniéndola a temperatura ambiente para que esté suave sin derretirse.
No. Nuestra cerámica no debe entrar en contacto con el fuego directo.